Abre tus alas al viento,
que nadie anule tu cielo,
que nadie corte tu vuelo.
Hortencia Aguilar Herrera.
Cae sobre mí como cascada,
abrazando mi piel de enamorada,
ciñéndose fiel a mi cintura,
definiéndose en mi figura.
Su suave textura me enamora,
su color infinito en mi aurora,
con botones de nácar y azucenas,
con ojales bordados en mil telas.
Cae sobre mí, sobre mi cuerpo,
mi cuerpo sutil y ya despierto,
que reboza mi genial vestido,
mío, solo por haberme revestido.
Nada iguala a mi paso la finura,
del vestido que define mi figura,
del vestido que ceñido a mi cintura,
se desliza en mi piel con gran soltura.
Hortencia Aguilar Herrera.
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