Como serpentina viviente camina
y va arrastrando sus recuerdos,
el río frío nace y vive
aunque herido transite.
Por sus aguas turbias
va la historia Muisca.
El río frío es tan frío
que congela las pupilas
y las lágrimas de los que lo lloran.
Por su caudal arrastra
a su hermana naturaleza
y sus aguas, sus aguas
mueren por el olvido.
El río, el río ya no ríe
muda es su carcajada.
Y su alma está perdida
entre la tierra y la luna.
El río frío cómo enamora
y que dolor, su triste vida.
ROBERTO HERNANDEZ ZABALA -COLOMBIA-
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