jueves, 2 de junio de 2016

BUSCÁNDOLA POR DOQUIER


Hoy, el mismo viento
Como vendaval o remolino,
Me recordó a la damisela,
Cuando respiré el aroma,
Que me enamoró de ella...
Aunque un fuerte aguacero llegó,
Imposible fue borrar
Esa deliciosa fragancia;
Esencia de perfume fino,
Imborrable huella
En mi propio destino...
La lluvia no sólo
Mi piel y prendas humedeció,
También un triste recuerdo,
En todo mi ser, inundó...
Era mi única opción,
Llamarla por teléfono
Para volver a escuchar,
Su dulce y suave voz...
Marqué, y tantas veces remarqué,
Imaginando perifonear,
A un atrasado pasajero,
A punto de perder
Su boleto de avión...
Sin escucharla, me quedé
Sin acceder al sonido de su sonrisa,
Me ahogué...
Mi alma a diario, por las calles divaga,
Mi tristeza cada noche
Envuelta entre sábanas.
Aunque sin poder hallarla
La buscó por doquier...
Ni la propia muerte
Me robará la esperanza
¡De volverla a ver!

Enrique Minaya Reyes

1 comentario:

  1. Todos tus escritos tienen su historia y nos llegan y nos acarician y nos atrapan y nos hacen vivirlas. Hay mucha magia en tus letras poeta...

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