domingo, 29 de mayo de 2016

LOS POBLADORES


Los árboles en Schuaima
son hombres petrificados
que han adoptado el lenguaje de viejas torres de trigo.
Hombres que antes de madera fueron barro
antes de ceniza fuego
y llameaban en la noche
como una caracola de trigo
o una estrella de ramajes y arboladuras.
En mi memoria de extranjero
persiste su posición de Hidalgos
sus rostros de guerreros besados por el sol;
su postura de arqueros
sobre un rocinante de musgos y de piedras.
Árboles de Schuaima
hombres leñosos que madrugan con su canto de corneja
y se vierten por la llanura
para desperdigar su sombra o su quejido.
Quijotes de talles gráciles
en donde Dulcinea teje una telaraña de invocaciones
mientras el obeso de Sancho
sueña con Barataria
en la curva olorosa del yarumo o del algarrobo.
Estos;
los árboles de Schuaima
hombres que han preferido vestirse de lluvia;
columnas de hojas secas en las riberas del bosque y del sueño.

Del libro De regreso a Schuaima de Winston Morales Chavarro -Colombia-
Publicado en Editorial Alebrije

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