Dónde perdí tu rastro
en qué domicilio dibujé la espina
cuándo alcancé la pureza del dolor
por qué saturamos la risa
y nos vencieron los miedos
Venimos agitados
con los rumores del día
con las pesadillas que acompañan
las noches biseladas
venimos de la muerte
ignorando el rigor de la incertidumbre
cabalgando gigantescos amaneceres
prostituyendo corazones de amalgama.
JOSÉ GREGORIO GONZÁLEZ MÁRQUEZ -Venezuela-
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