lunes, 25 de abril de 2016
POR LA NOCHE COMENZÓ A CAER LA LLOVIZNA...
Por la noche comenzó a caer la llovizna, los truenos hacían vibrar la ciudad entera con su ruido ensordecedor, los rayos iluminaban tanto que parecía que había amanecido, su luz zigzagueante estaba dando un bello espectáculo... en medio de las sombras...
No aminoraba la lluvia, al contrario, era un torrencial aguacero el que se suscitaba, que no había visibilidad alguna...
De antemano sabía que al día siguiente, cuando el astro rey hiciera su aparición, se vería el cielo claro, con un color azul infinito, cantarían las aves, quedaría atrás la tormenta, olvidada, que vino a limpiar por completo el ambiente y volvería el ajetreo diario, la rutina...
Así sucede con nosotros, cuando tenemos problemas, pensamos que la lluvia no parará, que los días tormentosos, serán eternos, que el sol se nos oculta a propósito... pero siempre amanece y volverán los días radiantes, que las lágrimas sirvieron para limpiar nuestros ojos y permitirnos ver todo con más claridad. Si muchas veces, la tormenta, la provocamos nosotros, y solo nosotros decidimos cuándo queremos que pare de llover...
TANIA BLANCO SÁNCHEZ
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