miércoles, 27 de abril de 2016

PASIÓN


Te quiero pasional hasta el delirio,
hasta que el último
resuello de la bestia
se vuelva resignada mansedumbre.

Así, consciente de que
el límite del fuego es un rescoldo
donde ya no hay pasión sino ternura
en estado de gran felicidad,
me instalo en las caricias y deseo
que no se acabe nunca el magnetismo
de este fuego sin llama.

Y te cubro de seda hasta que
el peso de mis manos
estimule los potros de tu piel
y de nuevo la bestia nos exalte.

Y nada más, amar...

Amar hasta el desmayo,
hasta la muerte lenta del deseo,
hasta vaciar el corazón
del inclemente peso de la sangre...

Del libro Amores colaterales de Mariano Estrada 

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