En la alborada de tus primeros años
te mostré dibujos y letras,
mis páginas agitaron tus sentidos,
despertaron tu espíritu aventurero,
mis caminos eran tu destino.
Con el tiempo conociste un torrente
de enseñanza y sabiduría,
grandeza de la vida,
lecturas alimentando tu conocimiento.
En la hoguera de tu alma se consumieron
historias apresadas en mis hojas,
pero libres en tu avidez por aprender,
tesoro invaluable y edificante.
Soy tu amigo,
con los brazos abiertos
te susurro mi conocimiento,
mis hojas anhelan tu interés y amor,
te añoro amigo y amiga,
Atentamente, tu amigo el libro!!!
Ramiro Peñalba Pinell -Nicaragua-
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