domingo, 24 de abril de 2016

TARDE


No podrás traspasarme.
No soy de tu propiedad
ni de éste, ni de aquél.
No podrás convertirme
pues pesa más
lo que más leve es.
No podrás rendirme.
Limitarme no podrás:
el mar no calza tu pie.
No. No podrás traspasar.
Tarde llegas ya;
coraza puse al corazón
alas y viento a los pies.

Raúl Sánchez Alegría

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