El viento ululante de la tarde trajo hasta a mí, sus aromas
y junto con él,
de su corazón salió un suspiro que huyó cómo un fugitivo
y al no encontrarme
paró en medio de las rosas.
Y ellas, las rosas,
peleaban entre sí por obtenerlo, era un beso envuelto en sutil embeleso
que con el aire llegó
paululantearme.
Y cuando quise cortar una rosa el suspiro aquel
se fue conmigo,
"es para ti bella doncella"
Creí escuchar...
creí escuchar en mi oído...
Karo Alan -México-
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