sábado, 23 de abril de 2016

AHORA LLUEVE


El agua blanqueó gallardetes,
Salpicó su nombre de olvido.

Su silencio se multiplicó en escombros,
En largas hileras de ateridos desvelos
fertilizados por llantos y amargores.

Mundos anegados, disueltos trayectos.

Los muertos solo oyen palabras transparentes,
Por eso, la memoria se nos puebla de medusas
Y la resurrección de la primavera es imposible.

Inútil sostener agujas de luz que se desploman,
Un trozo de hielo solloza aguas pasadas.

Será así, hasta que el fantasma,
Al que cantamos el aria más dulce,
Se evapore en silencio,
Se introduzca a los lagares del sueño
Y al fin nos con piedad nos venza.

Del libro El último navegante de Wilma Borchers Carrasco -Chile-
Publicado en La Biblioteca

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