TIEMBLAN LAS PIEDRAS.

Tengo temor que mis letra
hieran
Con las furias de los pensamientos.

He soltado su mano,
la vida nos aleja en el inmenso universo,
sin árboles ni paisajes,

sin piel en el alma.
El viento lento y ennegrecido silente la agonía.

Al verbo de Dios invoco,

la luz tiembla cuando estás ausente.
Allá estoy, me enardece tanto dolor.

Me dejo caer en la ausencia solo sombras sin vida me sostienen.

Como piedras en suspenso por falta de gravedad.
Solo sed en este silencio.

Hay calma en el camino,
tal vez también las rocas amaron,

porque tiemblan cuando pasamos.
Solo se van quedando decaídas.

La tierra se quedó sin piedras y las montañas vacías
humildes en el infinito,

la finitud de las palabras inmutable sentido de las verdades.

Esplendoroso amor en soledad temblorosa vida que se rompe.
Es transitoria.

Dejaré de existir,
al morir renaceré en la luz de la energía.

Implacable silencio que no respira,
hasta el viento la atraviesa

borrando los recuerdos.
Ojos inseguros sin convicción no vi lo que tenía evasión distrófico del amor.

Amarilis Salazar -Venezuela-