jueves, 3 de marzo de 2016
REFLEXIÓN DEL PRESIDENTE
Para volver a creer en la fe, Dios hizo un milagro; pero el miedo me arrebata la cordura, el insomnio revela la angustia que emana de este pecho. Hoy me doy cuenta del por qué nuestro Dios nos hace ser padres: para comprender la naturaleza de los reproches…
Cuando tenemos un niño en el vientre, cuántas preguntas llegan a la mente, a una, que es un témpano de hielo inamovible: ¿seré buena madre, o padre? He aquí nuestra enseñanza de Dios. Como hijos de él, le pedimos regalos de todo tipo y le replicamos cada castigo, pues, una vez en la vida, el Creador nos hace Creadores; como sus semejantes, nos permite que tengamos hijos. Y esta es la enseñanza más grande que nos da: aun sin todavía tener el concepto de ser humano, ni tener forma del mismo, nos comienza a exigir benevolencia, actitud de entrega. Y el miedo al reproche...
Ingrid Lavandero Galán (Cuba)
Publicado en la revista Aldaba 29
No hay comentarios:
Publicar un comentario