domingo, 28 de febrero de 2016
TRES RELATOS PARA INICIARSE EN EL MUNDO DE DRÍMAR
Rodolfo Martínez es un autor atrevido, original, complicado de leer a veces (eso también se agradece en un mundo donde lo fácil parece ser lo políticamente correcto), pero siempre sorprendentente. Así lo consigue con las tres historias recogidas en El Carpintero y la Lluvia.
La primera, Un agujero por donde se cuela la lluvia es, sin lugar a dudas, la más atrevida de las tres. Un niño autista, y unos protagonistas que viven en una estación espacial entre la Tierra y la Luna, nos llevan a una historia repleta de recovecos, de cambios de registro literario, de guiños y engaños, que hay que leer muy despacio, no solo por no perderse entre sus entresijos, sino para disfrutar de la trama, que recuerda al estilo de uno de los grandes de la cifi, Philiph K. Dick.
La carretera, segunda de las historias de Rodolfo Martínez, es más lineal, en la línea de novelas como Rama, Mundo Anillo o A vuestros cuerpos dispersos, donde nos encontramos un elemento, una carretera, en donde nuestro protagonista vive, o sobrevive, y recuerda su pasado. Con un final inesperado e inquietante, La carretera abre las puertas –nunca mejor dicho- a historias posteriores. Pero atención, nadie se desespere, ya que así lo hace Rodolfo Martínez en su tercera historia de este libro.
Porque, El alfabeto del carpintero, nos vuelve a llevar al mundo de La carretera, Bluyeiuey, en donde otros protagonistas vivirán experiencias que los cambiarán de forma definitiva y radical. Un relato que, al igual que el anterior, nos engancha desde sus primeras líneas y nos recuerda lo mejor de la ciencia ficción de aventuras pero, también, de la psicológica o, incluso, metafísica.
En definitiva, para al aficionado exigente de la ciencia ficción, El Carpintero y la Lluvia, de Rodolfo Martínez, no le defraudará en absoluto. Buen acierto de su autor recopilar todo el ciclo de Drímar desde el principio, y un buen consejo para el lector que quiera acercarse a la obra de este gran autor español, es que lo empiece con esta obra o, con otra que fue su primera incursión en la literatura, La sonrisa del gato, de la que ya hablamos en reseñas anteriores.
Francisco José Segovia Ramos -Granada-
No hay comentarios:
Publicar un comentario