La pasión por lo imposible
construye lo posible,
no hay nada que perder,
si no se llega nunca.
En tiempos de destierro
Eurípides, escribió “Las vacantes”,
en Macedonia el juego con los dioses
ha terminado,
adoración y blasfemia
se unifican.
La aurora está en todas partes,
aún en la ciudad oscura
del Oriente
se percibe el madrigal del alba,
la locura es dulce al terminar la noche
y el amor duele menos.
Ataraxia, ataraxia
nadie sabe quien es
el extranjero.
HÉCTOR BERENGUER (Rosario-Santa Fe-Argentina)
Publicado en la revista Gaceta Virtual 110
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