CANTO A LAS RAÍCES

Para que el río pase
y para que permanezcamos así, clamorosos,
desenterremos ésta, nuestra verdad, gritándonosla
de frente a los pájaros,
vuelo y dulce nostalgia de nuestros párpados.

Para que el río se lleve tanta miseria,
tanta conmiseración amasada como un pan
repartido
y para que la cal nuestra no se convierta en
piedra,
arrojemos muy lejos esta tierra revestido de pudor,
y dejemos correr la sangre sobre los guijarros.

La raíz inmediata revelará la anchura del
amor
y podremos inaugurar paisajes
para resucitar una memoria callada,
cuando ya nada quede para resucitar.

Para que entendamos,
doblemos la palabra junto al plato intocado
como si fuera una trozo de papel con dibujos
al lado del hambre y de la sed.

ANA MARÍA RODRIGUEZ FRANCIA
Publicado en el blog hugopatuto