domingo, 28 de febrero de 2016
ASÍ TE QUIERO YO
Así,...
tiernamente
te amo yo,
sutilmente,
con delirio,
con frenesí,
con ilusiones,
desenfrenos
y embelesos
Así te amo
mi corazón
bello,
con manifiesta
ternura,
y con enajenada
locura,
solamente a ti
mi divina criatura.
Así te amo yo,
mi dulce «Niña»,
como la suave brisa
que tu piel
de seda acaricia.
Como la mariposa
a la flama,
como el colibrí
al néctar de la flor.
Así te amo yo,
con recelo
y con misterio,
con pasión
y dulzura.
Con arrobamiento
y encantamiento,
en cada instante,
en todo momento.
Como el haz de luz
que alimenta
tus locos devaneos
y enciende
tus esperanzas
reprimidas.
Así te amo yo,
como una fresca
mañana de verano,
que ilumina tus días,
encandilando tu vida
y también la mía,
entre sábanas de seda,
nubes de algodón,
caricias mustias,
y marcadas alegrías
al hurgar el paraíso
de tus encantos.
Así te amo yo,...
con mi corazón ufano,
y mi amor insano
en tus manos,
y con las quimeras
de tus pasiones
encendidas
royéndome el alma
en mis adentros,
amándote como te amo,
y sintiendo
lo que por ti siento,
por fuera
y también por dentro.
Así te amo yo,
como la tenue luz,
que aviva el fulgor
de tus auroras.
Como el fuego
lúdico infinito
de tu amor y el mío
encendiéndolo todo,
rompiendo ataduras
y saltando barreras
del más increíble
y enigmático mito.
Así te quiero yo,
a ultranza
y con esperanzas,
como sólo aman
los poetas:
con besos de fuego,
con besos furtivos,
besos robados,
besos prohibidos,
besos vedados,
de mi boca loca,
para tu ardiente boca.
Así te amo yo,
porque eres mi
rescoldo de placer,
resquicio del crisol,
donde se fusionan
nuestras
almas gemelas.
Y así,...
mientras la vida
gira y gira
como un girasol,
alimenta nuestra unión,
fortalece nuestro amor.
Por eso,...
cada nuevo día,
asumo el reto
de volverte a enamorar,
buscando tu amor
en la tibieza
y candor de tu alma,
sin nunca
perder la calma,
y sin desesperar
en ningún momento, tampoco en el intento
fallar ni desmayar.
Así te amo cada día,
enviándote mil flores,
y mil rosas rosas,
pero ninguna como tú
tan bella
ni tan hermosa.
Te amo,...
en mis versos inéditos
y en ellos esculpidos,
todo el amor
y toda la ternura
de mi alma
de ti enamorada.
Mis sonetos,
y mis elegías,
cual sofisticados
y vistosos amuletos,
son sólo para ti.
En la quietud
de este idílico
romance,
los concebí por ti
y solamente para ti.
Mis inspiraciones,
mis delirios
y mis locuras,
mal o bien,
también son
y serán
tan solo para ti,
mi bella rosa de abril,
mi reluciente
sol de media noche,
mi ángel del amanecer,
así,... dímelo tú,
¿cómo no te he de querer?
George Rivas Urquiza -Perú-
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