viernes, 1 de enero de 2016
UN SACRIFICIO A LA DIOSA MADRE
«Las alma de los justos se purifican en la luna, mientras su cuerpo vuelve a la tierra y su espíritu al
sol». -Plutarco-
La Madre Astarté había salido de la lluvia de meteoritos que levitaban en el espacio cerca del planeta tierra en dirección hacia la luna. Las ventanas de aleación transparente del gran salón sacerdotal se habían iluminado con los destellos de una luz amarillenta; mezclándose con el reflejo de lejanos puntos estelares. Judáht miró con desprecio la mitad de la superficie lunar consumida por una masa de gas caliente y burbujeante, mientras los obispos de silicio Ishta-metalianos esperaban, conectados a máquinas cúbicas, la llegada digital del cardenal de la Gran Orden Asimiladora.
—Yo, Cardenal Monseñora Anaitis, código digital 2812191478, representante de la Santa Iglesia Católica, Apostólica y Lunar, daré sentencia al pagano Judáht —anunció la monseñora—. En el principio, la estrella Apollo X-6901 impactó la luna y la Eva futura asimiló el 85% del gen terrestre,
imperando un nuevo culto: el culto a la diosa Ishtar. Los paganos, no sólo no admiten el bautizo de la santa asimilación, sino que sueñan con la absurda venida de un mesías anunciada por el prohibido libro canónico… «¿Aceptas a Ishtar como tu única diosa y redentora hijo mío?», así habló una voz
neuronal, interconectada al cerebro del condenado. Procediendo Judáht a dar la misma respuesta de sus antepasados: «Sólo lo que está más allá de la luna o encima de ella trasciende el devenir… Todo fue creado por él».
Los pálidos e inexpresivos rostros de los obispos ya habían tomado su decisión.
Nuevamente una voz habló:
—Oremos por la salvación de esta alma… Este sacrificio humano que te ofrecemos hoy Santa Madre, si es digno de ti, asimila sus genes en tu santo seno y conviértelo en tu fiel servidor. Esto lo
pedimos en nombre de la Biomadre, la genética y el espíritu solar… Amén.
Aquella oración encriptada, activó la contraseña de expulsión, envolviendo parte del salón en una esfera que se tragó al condenado; arrojándolo a la superficie de la luna, donde un infierno en llamas
purificaría sus pecados.
Markus Edjical Goth – Seud – (República Dominica)
Publicado en la revista digital Minatura 145
No hay comentarios:
Publicar un comentario