Ya estoy sola.
Lo escucho en la voz del aire,
puedo decirlo sin lágrimas.
No, no puedo decirlo:
ha muerto.
Vago por las galerías del alma
que abren mis recuerdos.
Amor, no puedo ni pensarlo
y muero si no lo pienso.
Rosario Fernández (Sevilla)
Publicado en la revista Aldaba 28
No hay comentarios:
Publicar un comentario