sábado, 2 de enero de 2016

EL CÁLIZ


La misma ansiedad,
será que
los músculos del cielo
cuelgan como odres.

He visto voces
subrayando la fiereza
de las reglas marcadas.

He bebido de las fuentes
del jotabé
con las alas mojadas
por el derrame cerebral
de mis fieles seguidores.

He comprobado
que todo tiene un precio
menos el dinero.

La pubertad
rompió mis ojos
con puñaladas de anís.

Bebamos del cáliz
del inerte porvenir.

GUILLERMO JIMÉNEZ FERNÁNDEZ -Mérida-

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