DÉJAME SOÑAR

En mis sueños, tomé tu carita
suavemente, besé tus labios,
luego volteé, algo de vergüenza sentí,
Pero las ganas; me embargaron no resistí.

Era mi primer beso, te miré en la pupila,
dibujé de inmediato en ella; un gigante corazón, en un velero de luna blanca; lo convertí.
Me sumergí en su río, navegué en sus olas.

Me dejé llevar, por esa brisa suave a un rumbo nuevo, llena de flores de ilusiones
me guió la resplandeciente luz, encendió una lámpara en mi interior.

Ese día me sentí abrazada, sigo navegando sin rumbo seguro, sin poder alcanzarte. Pero dime ¿cómo podré apartarme, de tus ojos añiles?

¡ No puedo, no quiero, por favor déjame soñar ! No quiero bajar de este peldaño, sólo, durmiendo entre las nubes; te podré abrazar.

Deja que te quiera, que mi alma sedienta, aún en la distancia
encuentre sosiego,
déjame abrigarte, colmarte de amor.

Seguiré soñando, con tus tibios besos,
cual río de cauces serenos.
Mis dedos, recorran la tersura de tu rostro,
mientras navego; en tus añiles ojos.

¡Déjame soñar, entre mi suspiro
te pueda abrazar,
en noches serenas,
mirando a la luna, te pueda besar.

Desde la distancia,
sobre tu pecho,
este inmenso amor;
pueda reposar.
 
Nery Ignacia Lopez Cubilla -Paraguay-