Cuántos umbrales castigados,
recorridos por los proyectados
que de la luz emergen
sucumben; olvidando
los designios de su predestinación.
Cuántos mutantes resignados,
en extramuros; intentan
construir la oscuridad
en los túneles absortos
previniendo el holocausto.
Fuego y lava, desdibujando
la palabra y el verbo.
Crepitación antigua
durmiendo en el principio
del amor irreversible.
Graciela Marta Alfonso -Argentina-
Publicado en la revista Estrellas Poéticas 57
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