MI CORAZÓN Y MENTE VUELAN POR TI

Oh mi dulce y adorada muñeca
mi corazón, y mi mente cada día
vuelan hasta llegar junto a ti
para entregarte todo su mundo
rodeado de sueños de pasión
con todo ese amor tan especial
que a cada instante siento por ti
llevando a mi mente enloquecer
hasta creerse una paloma de amor
para llegar lo más suavemente
hasta el fondo de tu corazón
plasmado de dulce belleza
creado solo por las manos de Dios.

Oh mi dulce y tierna muñeca
ni sé cuanto es lo que te amo
que hasta la razón he perdido
sin saber ya donde está mi norte
pues mi mente desorbitada está
preocupada por los latidos de
mi enamorado corazón ilusionado
desde que has llegado a mi vida
que siento que estoy flotando
solo en nubes de algodón santo
y que mi mundo es un bello jardín
con el suave perfume de tu piel
tan suave como la más pura seda
creada por los gusanos celestiales
para posarlos en tu dulce cuerpo.

Mi mente y corazón sueñan
cada día con verte muy feliz
y sienten tanta pena a diario
cuando por instantes te alejas
aunque solo sea por dormir
ya que siento celos hasta de mí
que no puedo dormir en tu mente
para lograr decirte cuanto te amo,
y respirar de tu aire angelical
muy cerquita de los latidos de amor
de ese tierno corazón de tu ser
que ya es parte de mi vida
para que sea inmensamente feliz.

A mi Dios debo dar las gracias
por regalarme todo tu amor
y lo más hermoso de tu ser
al convertirme en un hombre feliz
para contar con tu amor total
en mi vida tan soñadora
que ni siquiera sé si acaso
eres un sueño imaginario
de esta mente tan alucinante
que mi Dios un día me regaló
pero al lograr despertar de mañana
logro nuevamente sonreír
con tanta alegría lloro yo
por sentir tus latidos muy cerca
de mi corazón tan enamorado
como de mi mente tan soñadora.

Oh mi dulce amada soñada
recibe mi humilde regalo de amor
en este mundo de amor para ti
que he fabricado con mi amor
arrancando mi corazón del pecho
para entregártelo solo a ti
muy cerquita de tu corazón
para que nunca el destino cruel
nos pueda separar ya jamás
hasta que nuestro Dios nos llame
para continuar nuestro amor total
en su bello jardín del edén,
y así amarnos libremente
hasta el fin de la eternidad total.

Claudio Kruger Ahues -Chile-