domingo, 27 de diciembre de 2015
EL ÚLTIMO AUTOENGAÑO PAROXISMO DEL ABSURDO
Porqué le tengo miedo
A correr hasta tus brazos.
A derretir mis dudas
A manejar mis temores:
alterados,
Asinados,
Y nerviosos...
De amor por ti.
¿Por qué?
Se cristalizan las dudas,
En el momento amargo de renuncia.
De respirar tu aroma,
De oler a lo que hueles.
De saborear tu numen..
Ahí en ese instante
cuando en el paño del recuerdo
Contemplo,
tu espalda,
Y tu cabello,
Tan negro como la muerte,
Me rindo
Como un cobarde.
Como un acantilado de placeres recios,
Yventiscas de resabios,
Se escucha a los silencios,
Renunciantes,
Que pelean con tu amor,
Y yo,
Casì enloquezco.
Sublime magia,
De tardes de verano,
De lluvias en tu vientre,
Con...
Murmullos del llanto remojado,
Me cruzan el alma
Como una daga.
La rueda de tu espera,
Se oye rechinar.
Tu respiro agitado,
Como en el trasiego de un camino,
Interminable,
Debajo de tu lengua,
Me escupes,
en la cara.
Hoy,
duda mi conciencia,
Y una sábana manchada de rencor,
Se agita,
Como una llama en nuestra cama.
Como volver a ti,
Si ya no eres la misma,
Ya no eres el ojo de mi alma,
La gracia enmarcada
Que pintó mi rostro con sus besos,
Ya no eres la carne enardecida,
Ni la mirada de agua,
Ni el solar que besa mi mañana.
Ya no...
Ya no...
Por esto,
tengo miedo,
A correr hasta tus brazos.
Todo lo demás no existe.
Efímero sueño.
Roberto Rochin
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