SÉ
-canción-
Sé que se muere mi noche, se que se muere mi día.
Sé que yo me estoy muriendo a golpes ciegos de vida.
Yo soy el ciego que ayer cantaba en la vieja esquina
de la vieja y triste calle de aquella ciudad perdida.
Acordeón y guitarra, trompeta, tambor y cítara.
Limosnas que no llegaban, cigarrillos y colillas
y una botella de alcohol bajo la negra camisa.
La memoria del olvido y las canciones heridas,
los recuerdos que sangraban nostálgicos de caricias.
Sé lo que se porque se que mi guerra está perdida
y aquel general que fui y el orgullo lo encendía,
hoy es apenas la sombra de un soldado a la deriva.
Sé que se muere mi noche, se que se muere mi día
y ya no quiero saber si yo sabía o no sabía.
CARACOLAS
Caracolas en la arena,
caracolas,
y aquel niño que un día fuiste
y que, vela, remo y ola,
sigue siendo todavía
alma azul de gaviota.
¡Ah que locura la mía,
tan loca y tan española,
como Quevedo y Cervantes,
Santa Teresa y la heroica
batalla de cada día,
admirable y asombrosa,
de Fray Junípero Serra
y su imborrable memoria.
Caracolas en la arena,
coloridas y silbantes caracolas,
y la música del viento,
y el cielo y la luz remota
de las estrellas ya muertas,
y la espuma acariciando a las rocas.
En la arena de tus sueños
marineros, cantan, lloran;
lloran y cantan y sueñan
sirenas y caracolas,
viejos delfines viudos
y viudas mariposas.
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