PARA SIEMPRE

DEDICADO EN MEMORIA DE MI PADRE PRÓXIMO DÍA 1 DE NOVIEMBRE A UN AÑO DE SU PARTIDA.
TE AMO... Y TE RECUERDO MI QUERIDO AMOROSO Y SABIO PADRE, SIEMPRE VIVES EN MI CORAZÓN.

Porque sobran y faltan las palabras...
Para poder expresar esta tierra, este cielo y este mar,
para mi tan difícil y duro de expresar.
¡Tengo tanto que de ti pensar, recordar, atesorar, guardar...!
¿Cómo podría ante este sublime amor callar?
Tú y yo... tantos momentos compartidos y tantos aún pendientes...
HOY estoy PENSANDO EN TI.
Tú diriges cada uno de mis trazos en cada movimiento, letra, y tecla
al escribir.
Me enseñaste con sabiduría en aquella intimidad el reflejo de tu alma...
en tu madurada calma, en medio de mi prisa y mi ansiedad, me mostraste algo más que tu edad.
Me enseñaste con de buen humor sentido, siempre siendo positivo.
Me doy cuenta que hay que sonreír, que no vale la pena tanto reñir.
Reíamos, ya como más que niños, jugábamos, disfruté también cada una de tus travesuras, en medio de aquella de los dos muy
dulce locura.
Los días en tu compañía se hacían noche y tarde sin ningún alarde, por eso tengo y debo tener la conciencia tranquila y no me arde.
¡Te lo merecías...! había alegría, ahora comprendo, en cada mío y tuyo pestañeo.
¡Veo más claro, contemplando tus recuerdos mas creo!
GRACIAS... por ti ahora me resulta deleitoso recordar tu bendición y tu saludo hermoso, siempre pensando en Dios Todopoderoso.
No te gustaba ver mis lágrimas, ni tanto mis quejas; todavía recuerdo esos detalles tuyos del arco de tus cejas, en medio de
aquella faena, tu mirada buena, intacta, buscando algo mas allá
se mantenía serena.
Hace años me dijiste: ¡TE AMO hasta
el último latido de mi corazón!
¡TÚ TENÍAS RAZÓN!
Aprenderé por bien mío y de muchos mi lección.
Ya no me lamento, está inquebrantable, labrado muy dentro.
Me parezco a ti, tengo tu reflejo.
También a ella, mi aún amada estrella.
No me importan las pequeñas diferencias entre los frutos tuyos, del cual fruto soy.
¡Bendita tu semilla que depositaste en especial vientre!
Ignoro el tiempo en que nos volvamos a encontrar.
Solo sé mi amado anciano:
Que en un abrir y cerrar de ojos volveremos a estar unidos todos
como tú tanto anhelabas y hasta soñabas.
La vida para mi hoy tiene nuevo rumbo y sentido.
¡Me has dado motivo!
Te llevo en mi ser y mente.
PARA SIEMPRE...

Del libro SUEÑOS DE AMOR de M. Guadalupe Trejo -México-