Me gusta tu mirada cuando
choca contra el viento;
mis pestañas se estremecen con el fuego
de tus besos.
Caminas despacito como
fantasma que no se ve
virtud de un recuerdo y el
consuelo de un puerto.
Vuela el pensamiento por
el azul mar dormido, donde
solo brillan los cocuyos
guiñando los ojos tuyos.
Por dónde viajan tus caricias? Si tienes las
manos vacías?
Solo miro el celaje de tus
cabellos ondeando en la
noche estrellada.
Amarilis Salazar -Venezuela-
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