DESDE MI ALMA TE DERRAMAS

Desde mi alma te derramas, azul como los mares lejanos.
Rozas mi cuerpo con tus olas calientes y allí estás vivo.
Yo me quedo prendida de mis ansias esperando tus manos,
mientras te vas hacia los ríos donde yo te cautivo.
Me he quedado en tu huella para poder amarte.
Te llevo por caminos de silencio y estás siempre conmigo.
Me ruedas por la luz de la memoria y brillas en mis pechos de estrellas fugitivas
mientras mil mariposas de hielo y sol queman mi sangre herida.
Parada en medio de la vida me tienes, borracha de besarte
y de beber tu sangre con mis labios: abierta y encendida.
Vas entre brumas desde mi vientre cálido para tan solo darte
Yo me quedo, prendida de la rosa de mi carne que se agita y sangra por su herida
Soy una estela desvelada que tu latir de pájaro comparte
Vas desde mi callada mansedumbre y me arrastras casi, casi perdida
hasta la calidez mojada de tu clara presencia para tan solo darte.
Hasta la eternidad de los oscuros abrazos mientras quiero que vuelvas.
Soy una primavera que se abrió para darte su perfume, su aroma de mujer
en esta tarde.
Y tu esencia recorre los caminos sin tiempo para encerrarte en mí como quisiera.
Por eso espero el día a orillas de tus aguas con la fiebre de antes
para mojar tu boca, tu cuerpo en busca de esa pasión de fiera
Y prenderé mis dedos engarfiados a tus ansias, mis labios a tu beso incontinente.
Para que vuelvas mojado de tus mieles a tu rosa, a tu amante imperfecta pero ardiente.
¡Y sabrás de una vez lo que mi sangre de tu sangre espera
y cómo logro remontarte hasta los cielos en un abrazo lánguido y ardiente!

MARÍA ITZA -Argentina-