viernes, 27 de noviembre de 2015

CXLII


Como para mis espinas tus rosas,
como para mi luz tus luces.
Son tus soles centro de universo,
cosmos, deidad.

Aún costado de mis dedos,
más lejos,
más,
mucho más,
casi tan lejos como mi niñez,
está la paz.

Tengo mis guerras abrazadas a mis fantasmas,
las he tejido entre sonrisas de hermanos
que me han dado un grano de riqueza.

Feliz felicidad será mi castigo.

ÁNGEL OMAR VERA

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