Se acortarán los días,
se alargarán las noches.
En mi ventana cerrada,
golpeará un viento hostil,
con un canto ululante...
y también amenazador;
que me hará estremecer.
Serán los días de invierno,
cuando al cerrar los ojos,
avanzada ya la noche,
arrebujada en las sábanas;
soñaré con la primavera.
Y ese viento tras la ventana,
será para mi la esperanza,
y la ilusión para alcanzar
el tiempo de las flores
que sigue a todo invierno,
por duro que éste sea.
Llegará un día diferente,
cuando un viento golpee
con cálida fuerza susurrante,
llevándose lejos el frío...
y alargando algo los días.
preñados de esperanza.
MARÍA LUISA HERAS VÁZQUEZ -Barcelona-
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