Aún me pierdo en tus ojos
Tempranos, descubiertos;
Y el modo en que tus manos
Invitan, se ofrecen,
Acunando el tiempo.
Tú conmigo
Y yo en ti,
Como dos aguas
Que se embridan, se mezclan,
Y alumbran un sueño.
Pulso nuevo, amor virgen
Como un pétalo suelto
En la palma de un niño.
Un prodigio en dos tiempos:
No se cansa mi voz,
Ni se agota tu nombre.
CARLOS BONINO
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