sábado, 3 de octubre de 2015

ÁNGELES DE TIERRA


Volteo y miro tus alas dobladas, las puntas partidas, la mirada dañada…
Alzo los ojos ¡El firmamento inmenso! Nubes de algodón forman poderosos cíclopes, intentas despegar pero tienes los alerones heridos ¡No debes seguir en tierra!… ¡Vuela!
La vida…siempre, la vida… Allí, su presente ¡El instante efímero! Momento que desangra los sueños y les da un matiz imposible.
Te reclaman, te niegan, te asustan ¡Dios! Dime ¿Qué es superior a volar? ¿Por qué es tan complicado el universo para un ave urbana? Nada…sigues aquí, de pie, te levantas, lo intentas pero no despegas
¡Ve al mar! Acuéstate de espaldas hasta hundirte en sus saladas aguas, luego túmbate al sol… ¡Sánate! Coloca con delicadeza tus alas cuarteadas ¡Cúbrelas de arena, sal gruesa y estelas de mar! Espera la noche ¡Traerá sus hadas plateadas! Habrán de curarte con estrellas fugaces y polvo del universo
Eres un ave ¡Un ángel!… y las aves vuelan, se alejan, muy arriba. Se dejan llevar por la brisa, el viento en su cara les alegra el vuelo ¡Sonríen! Regresan pero ya nunca son las mismas A veces arcángeles, otras, querubines ¡Jamás iguales! Suspicaz águila de luz… Dime ¿Para qué sirve un mensajero de tierra?
Aleteas y no vuelas, tus alas partidas, la mirada perdida, el cielo infinito. Allí, tu hogar…
¡Si te quedas, te quemas!

Scarlet C

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