jueves, 24 de septiembre de 2015
MUERTE POR UN COBARDE
Las parejas de enamorados se besan
más allá de las ocho de la tarde
las ilusiones florecen, se embelesan
más allá de las ocho de tarde
el miedo se cierne en su creencia
más allá de las ocho de la tarde
cuando la supremacía se aprecia
más allá de las ocho de la tarde
surgen las preguntas indiscretas
más allá de las ocho de la tarde
con la violencia tapada se acuesta
más allá de las ocho de la tarde
y despertar con la noche puesta
después de las ocho de la tarde.
Una mujer marcada y maltrecha
con los diamantes quitados y rotos
más tarde de las ocho de la tarde
ya no hay zafiros, ni pulseras
es la hora, son las ocho de la tarde
ya no hay delirio, ni primavera
el reloj se ha parado en la fatídica hora
a las ocho de la tarde y..,
un ramo de flores enseñan
con crespones negros, antes de la noche
a la hora previa, las ocho de la tarde
nunca avisa el instinto, es la intuición
quien observa, cómplice la precaución
no más allá de las ocho de la tarde.
Eufrasio Navarro Fernández
Publicado en Luz Cultural
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