Ayer me dijiste
que era una página en blanco
en el libro de tu vida,
y yo, aferrado a mi memoria
y mordido por el río enfurecido de tu boca
soporte las embestidas
hundiéndome en los miedos y temores
de la soledad y el olvido.
Soñaba que te besaba con ternura
recibiendo sensaciones de alivio y calma
en los olvidados rincones de mi corazón.
Agitado despierto, atormentado
por el ruido infernal de tus secretos.
Acaricio un sollozo vestido de suspiro,
y una carcajada que anida en mi boca
desaparece y penetra en tu alma
como aferrándose a la vida.
Mientras de mis manos
brotan mariposas que vuelan hacia ti
llevando en sus alas un poema,
y mi amor, que en su humildad
enmudece en tu presencia.
Ysidro Parra -Venezuela-
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