APAGADA LA LUZ

Apagada la luz, al acostarme
y chispas comenzaron a saltar
iconos y letras magias, a volar
en toda la habitación, los colores del aire
con mayúsculas y minúsculas
en bella y perfecta combinación.

La noche era un castillo de asombros y aventuras
en la reina destacaba su brillo
ella era la gran literatura.

Plumas y tinteros gigantes
escribían odas sobre el muro
era el blanco papel que amortiguaba los sentimientos
no existían el horror y la amargura
todo era sublime esparcimiento.

Apagada la luz, al acostarme
la fantasía llegó y me abrazó
la música conspiró con la madrugada
pintó y escribió sus notas en el pentagrama
un bello y enorme poema lleno de lirismo.

Y en ese momento cerré los ojos
para no dejar de soñar.
¡Qué sueño tan hermoso e intenso!
¡Ojalá fuese para siempre eterno!

Linda Patricia Candanoza Vargas -Colombia-