Sos muy íntima
me dicen
cuando están a punto de reventar todos
—y yo también—.
Paredes hacia adentro
el templo de la vergüenza
donde rindo culto
al temor
a entrar en contacto
con lo ajeno.
Cuando muera
ni siquiera el olor
alertará a los vecinos
temeroso de importunarles la cena.
Ojalá pudiera desaparecer
sin dejar rastros.
Inédito publicado en Revista “Pistilo” Nº 3 de
Valeria Iglesias -Argentina-
Compartida por Rolando Revagliatti
No hay comentarios:
Publicar un comentario