miércoles, 26 de agosto de 2015
TE ENCONTRÉ... ¡AHÍ ESTABAS!
Te busqué por todas las
montañas y no estabas,
te busqué en las montañas
pequeñas y en las más altas.
Te busqué en los ríos que
corren libres, en la amplitud
de sus ansias, te busqué en
cada gota de rocío, en la
majestuosidad de la
mañana.
Es que te busqué en la
Libertad que está por fuera,
Es que solo en la libertad
pensé que estabas.
Te busqué por aquí...
te busqué por allá... y no
estabas.
Te busqué en la cercanía y
en lo distante.
Busqué en la grandeza
de una ola... ¡no estabas!
me sumergí en sus aguas,
miré dentro de su
profundidad...
tampoco pude verte... ahí
tampoco te encontrabas.
Sabía que volabas con el
viento, que junto con sus
notas,
sus canciones tú también
cantabas, pero no escuche tu
voz, estaba todo en silencio, las
canciones y las palabras.
En las alas de una gaviota
te busqué por los cielos... pero
tampoco estabas.
Le pregunté a la luna por ti,
a las estrellas, al alba,
nadie supo decirme donde te
encontrabas oculta,
¡dónde estabas olvidada!
Al final... se cansó la
esperanza de buscarte y
buscarte, mi pequeña
adorada. Llegué a casa
muy triste, llegué a casa
cansada, al abrir las puertas
de mi corazón….
¿qué crees?... ¡te encontré!
¡Musa querida!
¡te encontré!... ¡ahí estabas!
volando en libertad... pero
muy dentro de mi alma.
María Grieco -Venezuela-
No hay comentarios:
Publicar un comentario