jueves, 30 de julio de 2015
MIS PEQUEÑAS
Como dos tiernos gajos floridos de una raíz añeja.
Como dos almendras caídas a la vera del camino
enlazadas por la sangre del amor
y prendidas en distintas y benditas tierras.
Así nacieron mis pequeñas.
Como dos ramas de un mismo tronco
que en diferentes direcciones
tiran cada una por su cuenta
buscando el cielo y la luz de la vida.
Así crecen mis pequeñas.
Con encuentros y desencuentros
con tristezas y alegrías
entre juegos, risas y lloros
unidas para siempre en las voces y los silencios.
Como dos en una.
Como una en dos.
Así crecen mis pequeñas.
El viejo roble las mira desde su ocaso
con la ternura que dan los años.
Una de sus últimas hojas cae lentamente
como una lágrima otoñal por la nostalgia del futuro
mientras el viento, entre sus resecas ramas, suspira entre susuros:
…¡ Que triste es saber que, no podré ver crecidas a mis pequeñas!
Alberto López
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