Cada noche los placeres, luces de neones.
Su mirada al azar le indicaba el elegido.
Un pasado violento le arrebató su inocencia.
Circo acrobático, risas, miedos, sin tocar su corazón.
¡Oh! Karma, con ironía ríe de los hombres pasajeros.
Mechones teñidos, tenis converse levitando ilusiones.
Tiene en el alma la ternura de los niños, a veces, no.
Solo quiere vivir sus sueños encontrados, mundo propio.
¡hace tiempos que no escucho su carcajada alegre!
Álvaro Álvarez Rojas (aprendiz de poeta) -Colombia-
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