A TI, MI NIÑA MALCRIADA

Cuando yo te conocí
mi mente y mi corazón
se unieron como ciclón
y mas tarde descubrí
que algo dormido en mi
se soltaba de un anillo
y creciendo como el millo
mi pradera se inundaba
mientras mi mente fundaba
para ti un bello castillo.

Me sentí el mas poderoso
capaz de vencer barreras,
asaltar cuantas trincheras
sintiéndome victorioso,
podía vencer el acoso
de basta fuerza y violencia
y solo con tu presencia
mi amor se multiplica
que para mi significa
la razón de mi existencia.

Cuantos momentos bellos
hoy por mi mente pasan,
sentimientos que atenazan
me hacen esclavos de ellos;
disfruto mucho de aquellos
que nos atan como nudos
con los sentimientos crudos
que nos caracterizaban
mientras muy juntos estaban
nuestros dos cuerpos desnudos
.
Oigo el susurrar del viento,
el vuelo de mariposas,
la fragancia de las rosas,
estrellas en el firmamento.,
las caricias que por cientos
uno al otro nos dimos;
sabes muy bien que tuvimos
tantos momentos tan bellos,
hoy ya no existen aquellos
que juntos tu y yo vivimos.

Solo diosito en el cielo
de mi calvario es testigo,
de sentir este castigo
que es amarte con desvelo,
y sintiendo con anhelo
esa, tu tierna mirada,
y se siente esclavizada
mi voluntad a tus antojos
negándole a mis ojos
a ti, mi niña malcriada.

ROBERTO BATISTA PARGAS -Cuba-