miércoles, 3 de junio de 2015
NOSTALGIA
Hoy recuerdo que ayer tuve alas,
quiméricas alas de sedosas plumas
de mágicos sueños.
Buscaban la brisa de plácidos besos,
de amores oculto, de labios aviesos,
de verdes manzanas, de rojos silencios
que llenan la vida de amor y embeleso.
Por miedo a volar cargado de vértigo
construí una cárcel para el sentimiento.
Las alas soñadas se fueron perdiendo
como atrofiadas por matar los sueños,
las plumas sedosas se hirieron cayendo
y afloró la nada del vacuo universo.
El mar de la vida no tiene reverso,
el timón del barco va anclado en el tiempo,
las velas y drizas danzan con el viento,
la quilla cercena efímeros besos
que el agua salada oculta con celo.
Mi vetusto barco, sin alas y lento,
busca su destino en un mundo incierto
donde lo perdido quedó en el empeño,
gélido sarcófago donde yace el sueño,
hipogeo nostálgico anclado en el suelo
del que sin las alas no levantas vuelo.
¿Será que sin alas he quedado muerto?
Antonio Porras -Málaga-
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