viernes, 5 de junio de 2015
EL OLVIDO / NEPTUNO
EL OLVIDO
Me senté debajo de un árbol,
y en su sombra fresquita, leí las poesías
que guardaba de mi padre en una cajita,
¡cuánto quiso a mi madre¡ ¡cuánto la amó¡
tanto me metí en recordarlo,
que de pronto lo vi a mi lado, diciéndome,
“hija, cógete de mi brazo, tu hora ha llegado.
Sabía que era la muerte quien me llevaba,
no era tonta, sabía quién era, pero le hice caso.
y sumisa me fui con él, tranquila de me quería.
Como una diosa me llevaba él,
nunca creí que mi padre me quisiera tanto,
pero como he dicho siempre “mi padre era un poeta”
dos amores llevó siempre, sus dos rosas,
una era blanca y la otra roja,
una su amada esposa, y la otra era yo, su hija,
…Y a mi paso por los infiernos, me dijo, tú tranquila,
que eres luz, eres hija de un gran ser, ese soy yo,
nadie osará tocarte por estos mundos, soy la fiera,
tu madre y tú erais mis dos reinas, mis dos bellezas,
tu madre era blanca, tú como la virgencita, negra,
a cual más bonita, ¡erais mis dos estrellas¡
…Y fui cayendo en un sueño, donde todo era paz...
oía voces de niños a mi lado jugar.
quise ir, pero no me dejaron despertar.
y un velo azul me envolvió, como una ola en el mar...
las melodías venían y yo acepté con humildad…
NEPTUNO
Nos sentamos mi amigo y yo,
contemplamos nuestro Mediterráneo,
nuestro mar tan bello y tan azul,
tan rico en historias y leyendas,
tan inmenso en su gran profundidad,
y nos fuimos sintiendo peces de colores
en esa luz que nos inundaba de paz.
El olor a miles de aromas
me hacía sentir la vida de mi misma,
en sus calles encontré mi esencia,
en las voces de los seres que oía,
su timbre de voz, los ame como mis raíces,
mi sentir, éramos iguales en la filosofía de la vida,
somos alegres ¡oh mágico andar por mi tierra latina!
En el atardecer, cuando la calma viene,
desde mi colina alta, cerca de Dios,
veo sus costas tranquilas,
estampas de mi andar por la vida,
y sin darme cuenta me voy adentrando
en la luz que irradia mi sombra,
que con perfumes celebra sus fiestas,
¡oh sentir de mi esencia en el fuego¡
que arde en sus celebraciones ancestrales,
¡ah, mi alma vibra!
Por las noches bailamos,
alegres bebemos el néctar de los dioses,
la música nos toca el alma y lloramos,
pues somos sentimentales,
mitad humanos, mitad divinos,
al danzar salimos audaces,
huimos de los cuerpos que nos aprisionan
y nos hacen ser cobardes,
queremos ser héroes, soles,
en un mundo lleno de cruces…
Marineros seguid amándonos,
sed nuestros grandes amantes, no nos matéis,
pues moriréis en vuestra oscuridad, tristes, desarmados,
encerrados en vuestros viles cuerpos, torturados de soledades,
Neptuno os ama, os envuelve de manjares, de velos, de luces,
sed humanos, amad, pues estamos en todos los tiempos
y renaceremos siempre en todas las edades.
embrujamos, somos hijos de un gran padre,
el dios de los inmortales…
FRAN TRO
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