Me decían mis amigos
que a mí, tú no me querías
y por mi amor no veía
lo que tú hacías conmigo.
Tu belleza deslumbrante
enceguecieron mis ojos
y complacía tus antojos
que tu pedias, al instante.
Al cerrarse mi sendero
que era amplio y prolongado,
tu cariño fue limitado
por un desdén duradero.
Cuando te quiero decías
había en ti falsedad,
y ocultando la verdad
a mis espaldas reías.
Por tu amor yo me moría
y por tener tus encantos,
que para mi eran tantos,
y le escribía poesías.
Me llenabas de ilusión
al decirme que me amabas
sin darme cuenta que estabas
encubriendo tu traición.
Fuiste un terrible castigo,
mi corazón laceraste,
porque tú me traicionaste
con mi falso mejor amigo.
Hoy con mucho desengaño
recuerda mi corazón
que nunca te di razón
a tan vil y cruel engaño.
ROBERTO BATISTA PURGAS -Cuba-
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