SIEMPRE AMANECE…

Caer de bruces y besar el suelo.
Levantarse y seguir respirando como si nada
en busca de esa cola de cometa donde agarrarse,
que tras la estela de la luna se calza.
Buscar en el aire a bocanadas
aquello que es nuestro aunque
aparezca tan lejano que nunca se alcanza.
Seguir no es fácil, a veces no se respira.
La congoja te aprieta, te ahoga
y parece llegada tu hora…
Te invade la angustia, el miedo te llora,
y en segundos transcendentales te
aprietas el pecho en un recorrido
que ni su eco se oye...
Te armas desde no se sabe donde,
las alas se abren y te sacan
de ese espacio sin nombre…
La mudez se torna sonido,
los oídos te oyen,
el corazón bombea y el eco
de sus latidos ya no se esconden…
Regreso y alcance de estrellas
tu alma en ellas reposa, la recoges…
Alineación mental desde el inconsciente,
todo vuelve a su centro
y todo gira renaciendo.
Rendirse una y otra vez,
librarse de la opresión de
tus costillas por otros.
Rescatarse desde las entrañas
a costa de pagar una cuota.
Comprar, liberar de cosas hipotecadas
tantas veces como nombres.
Redomado destino,
tantas veces sin aliciente,
con un rédito tan pobre
que ni la pena merece
tanto esfuerzo sin sobre.
…Mañana es otro día y amanecerá.
Siempre amanece…

Lola Wizner