REVOLTIJO DE DÉCIMAS

 

COMPRENDEMOS. 

Comprendemos nuestra estancia 

y el camino en este mundo, 

cuan destino vagabundo, 

sin calcular la distancia. 

Mantenemos con jactancia, 

segura inmortalidad, 

sin tener la claridad, 

de saber que los mortales, 

olvidamos nuestros males, 

aún sabiendo la verdad. 

NO PRESUMAS. 

No presumas de tener 

toda tu vida con calma, 

los recovecos del alma, 

son arduos de conocer. 

Entre el estar y el ser, 

hay múltiples conjeturas, 

no descuentes las harturas, 

de tus manos vacilantes, 

abre tu conciencia antes, 

¿qué sabes de hambres futuras? 

NO PRETENDAS. 

No pretendas convencerme, 

de lo mucho que me quieres, 

cuan mujer rastrera hieres, 

siendo incapaz de quererme. 

Mas si aún quieres tenerme, 

romperás con tu pasado, 

habiendo dejado a un lado, 

los amores que has vivido. 

Así me habrás convencido, 

de no cometer pecado. 

ACRÓSTICO SOEZ EN UNA DÉCIMA. 

(Para una María) 

Mandaríasme a la mierda, 

incluída mi poesía, 

si alguna gran grosería, 

con mi boca, que es muy cerda, 

observaras, aunque lerda, 

jocosamente salir; 

obviamente al dirimir, 

no tienes tampoco claro, 

el que yo sea tan raro 

sin palabrotas decir. 

Julio G. del Río (Valencia, España)