No me digas que no puedo , aún no teniendo alas, déjame volar
Deja que lo intente, que importa lo que digan la gente, cómo sabré de caídas si nunca intento volar.
El triunfo está el fracaso, hay que saber conquistar, sí tropiezas una y mil veces; ¡Levántate, sacúdete y vuélvalo a intentar.
Con audacia, y perseverancia se llega a la recta final.
Como decía mi abuela, no hay mal que dura cien años, ni mal que por bien no venga.
Sí no dejas crecer tus alas no podrás volar jamás.
Nery Y. López C. -Paraguay-
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