sábado, 28 de marzo de 2015
LOS DOMINGOS PAELLA... Y SONETO: SIN PALABRAS / LA PACIENCIA DEL DIOS.
LOS DOMINGOS PAELLA... Y SONETO: SIN PALABRAS
Hoy no necesito decir nada y
mañana, posiblemente, tampoco,
voy fastidiando todo lo que toco,
incluido lo que me fastidia a mi.
Todo lo que en mis mejores días vi,
a veces pienso que me ha vuelto loco,
como troll se me va cayendo el moco,
pudiera ser por todo lo que sorbí.
Tampoco fue mucho el mal que tuve,
solamente un poco de marijuana,
polvo blanco que te sube a una nube,
tiras de cáscara de la banana,
posos de la gente con la que estuve
y padres que ignoraron mi mañana.
LA PACIENCIA DEL DIOS
Es tiempo de oración, momento
de pérdidas e insatisfacciones. Es tiempo
de preguntarse qué pasó con la esperanza.
Es tiempo de morir, de una muerte lenta
que puede durar toda una vida.
El dios tuvo paciencia, supo esperar
a que la justicia fuera injusta, fuera
una caricatura con el fiel loco, movido
por los ríos dorados y brillantes,
como moco de pavo, sin pavo y sin moco.
Esperó a que la política se olvidara
de la política y anduviera por las ramas…,
esas ramas eternas de la política, esas ramas
que se ramifican en ramas y acaban
en nuevas ramas ramificadas.
Tuvo paciencia hasta que logró
que la administración olvidara todos los nombres
y archivara todos los números, todos los días,
todos los vivos y desenterrara
a todos los cadáveres.
Durmió en la esperanza de que los pastores
perdieran a todas sus ovejas, bajaran
de los páramos e introdujeran sus rodillas
en los mares procelosos de las dulces y agitadas
desesperaciones olvidadizas…
…Y ahora…,
es tiempo, por fin, de orar,
es tiempo de saber que todo está perdido…,
es tiempo, en fin…,
… de vencer…,
de despertar bajo el ala
del ser dormido…
Julio G. del Río (Valencia, España)
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