LA REALIDAD DIBUJADA DENTRO DEL OJO DE UN NIÑO

La realidad dibujada
dentro del ojo de un niño.
Es un aforismo escrito en el filamento de una bombilla.
Cuyos casquillos cuelgan boca abajo
como babas de papel,
de la boca entreabierta de un perro de cartón.
O como un pelele de trapo
columpiándose desde una baranda,
intentado tocar la sombra que duerme al otro lado.
y que acaba siendo...
Un hilo de plata atado a la noche,
que es una yegua que corre desbocada
por un campo de pestañas.

Un amanecer muy pequeñito.
Naciendo de entre las alas abiertas,
de una garza de espuma.
que tiene un pico de humo,
y un monte encima de su espalda.
En donde se ocultan paisajes de medias lunas.
Con ríos que fluyen salvajes
por las agallas de los peces de piedra.
Y donde se abre un monte con una cremallera,
por donde salen cientos de unicornios de vidrio fundido.
que tienen sus cuatro patas de goma,
y un sol sobre su hocico.

La realidad dibujada
dentro del ojo de un niño.
Es un bigote de gato,
que pinta todo el horizonte de una sola pasada.
Y aun así. se deja constelaciones sin pintar.
Un mar cortado por una pinza de langosta.
Dejando entrever los mecanismos,
que mueven el reloj de la vida.
Y que son pequeñas mariquitas biónicas
ocultas en los ojos de los grillos.

La adultez,
en cambio es una metáfora
que se resbala como agua entre los dedos.
Un ramo de flores de cristal,
que rompen con su tallo el cielo en dos mitades.
Y deja libre a los gorriones de la media noche.
Que antes de tener plumas,
tenían una capa de pintura y otra de mercurio.
Un sueño lúcido
de un loco que esta cuerdo.
y que sueña consigo mismo que es un pez
(que explota)
fragmentándose en un millar de infancias,
cuya metralla en forma de,
alas de pegasos y de papeles de caramelos
se clavan como un ancla a la arena,
Dentro de los ojos abiertos.

Debora Pol.