domingo, 29 de marzo de 2015

INCENDIO / ARDUA TAREA


INCENDIO

Se incendiará el cielo,
y sobre el campo verde,
como ascuas brillantes,
las amapolas arderán;
en esa tarde que declina,
se posa en la cima,
y rueda por la colina,
que baja hacia el mar,
con tintes muy rojizos,
que el cielo le presta.
Robados a este atardecer,
que abre las puertas de abril,
y cierra los días a marzo...

ARDUA TAREA

No me gusta que me quieran,
por que tengo que querer.
Y no hay tarea más ardua,
que corresponder al amor;
de una manera muy sincera,
con pasión y con nobleza,
cosas que ya no se llevan.
No me gusta que me quieran,
por que tengo que querer.
Es como mover una montaña,
de durísima roca de sal.
Y ver como una lluvia que cae,
fina, sencilla y humilde...
la deshace sin tregua alguna;
diluyendo entre esa agua,
que desde el cielo va cayendo,
su gran dureza, aparente,
a esa gran montaña de sal,
que parece inamovible.
No me gusta que me quieran,
por que tengo que querer.
Y el amor suele producir,
lágrimas de desamor...
que produjo una pasión.
Las lágrimas son saladas,
se diluyen y disuelven,
como la sal en el mar,
llegando por mil caminos,
muy lejanos y dispersos,
desde una montaña de sal.
No me gusta que me quieran,
por que tengo que querer...
y éso escuece y hace daño,
como la sal sobre la herida.

MARÍA LUISA HERAS VÁZQUEZ -Barcelona-

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