Como todos los días de noviembre
él amanece como para morirse,
prefiere caminar
por las estrechas calles de Manhattan.
La ciudad no es aquella
que conoces a través de las películas,
las personas cambian
al marchar a nuevas ciudades.
¡Qué bueno sería salir a la calle
tomados de la mano
como recién casados cuando salen de viaje… !
Hemingway sería
el amante ideal para su historia,
mi nombre sólo tiene sentido
si alguna mano se agita en el aire.
En esta ciudad sobran los ruidos,
no puedes dormirte
en los pasillos de los aeropuertos al saber
que de este lado del océano
alguien bebe su café de nostalgia
como todos los días de noviembre.
Elmys García Rodríguez (Holguín- Cuba)
Publicado en la revista Aldaba 26
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